Matiz Vino y Sabor

jueves, enero 25, 2007

Grupo de amigos en matiz

Un grupo de amigos se reunio en Matiz Vino y Sabor para una degustacion de vinos.
Fueron tres agradables horas donde disfrutamos 4 tipos de cepas diferentes.
Macabeo
Tempranillo
Cabernet Sauvignon
Tempranillo Reserva

He aquí, el grupo bacano


Para que no quede duda de la felicidad de los participantes a la degustación.

Armenia

Con los Vinos Finca Simonassi y Señorío de Plumarejos de Distribuidora Maco, fuimos a Pereira a dictar varias catas de vinos unas con meseros y otras con clientes de un prestigioso restaurante de la ciudad.
Me encanta Armenia, es una ciudad maravillosa con una excelente calidad de restaurantes.



El Restaurante El Gran Mesón con los meseros de varios restaurantes de la ciudad.


Armando Madriñan Gerente de Distribuidora Maco
Claudia Liliana Gonzalez Administradora de El Gran Mesón
Juan Carlos Ocampo Gerente de Maco Comercializadora Eje Cafetero







En el Restaurante la Fogata de Armenia.

Eventos en Matiz Vino y Sabor

Despedimos el fin de año con varias catas de vinos.
Empresas de la ciudad invitaron a sus clientes y otras, ya sea invitados por el fondo de empleados o grupos de compañeros que se reunieron para pasar un rato agradable.

Cata CVC: Definitivamente disfrute mucho con este grupo de empleados de la CVC, nos reímos a más no poder. Espero hayan aprendido mucho y que además estén aplicando.
Los espero pronto.



El fondo de empleados de Sanofi-Aventis invito a su grupo de trabajo a pasarla rico en una cata de vinos a en Matiz Vino y Sabor, que grupo tan divertido y con ganas de aprender.
Hasta concurso para descorchar, las fotos se las publico después.
Muchachos cuéntenme como les fue? cuando hacemos otra?

Unidad de Salud Ocupacional invito a sus clientes a una cata de vinos en Matiz Vino y Sabor de despedida de año.
No se imaginan los regalos, 12 sesiones de masajes relajantes y antiestrés, yo quiero uno de esos para mi estrés.


Bristol Myers Squibb con su producto Reyataz invito a un grupo de médicos a una TRIVIA CON EL VINO Matiz Vino y Sabor.

Maridaje: comidas Colombianas y el Vino


Aunque suene raro, cada comida típica colombiana va perfectamente con un tipo de vino distinto

Así lo asegura el enólogo Mario Roberto Puchulú, veterano conocedor nacido en Mendoza (Argentina).

¿Es usted de los que para descrestar en un restaurante pide el vino más caro, porque cree que es el 'más bueno', y cuando le enseñan el corcho para su aprobación no sabe si morderlo, tragárselo o metérselo al bolsillo?

¿Recuerda esa vez cuando vio la carta y no tenía idea de qué comida pedir con el bendito vino y en el fondo de su corazón lo que más deseaba era un ajiaco santafereño, una bandeja paisa o un cabrito santandereano?

Pues la próxima vez, no se detenga: pídalos. Porque aunque parezca traído de los cabellos, las comidas típicas de este país conjugan perfectamente con un buen vino.

"La mejor razón para acompañar las comidas colombianas con un vino es que amalgama con sus aromas y sabores", sostiene Puchulú, licenciado de la Facultad de Enología Don Bosco, de ese país. Deja en claro que es respetuoso de las tradiciones y le parece lógico que haya una relación natural entre las bebidas colombinas y sus comidas, pero que esto no impide que se consuman con un buen vino.

Sancocho y vid

Para empezar y aunque a muchos les parezca 'mañé' y se rasguen el poncho, una buena bandeja paisa se acompaña perfectamente con vinos tintos jóvenes.

"Armonizan bien porque la Bandeja es una mezcla atípica: frijoles, que no son fritos, carne frita, chorizo o chicharrón y carne molida, que es hervida. Un vino joven no es tan vigoroso para ocultar las sensaciones tan distintas que hay en la bandeja", explica.

Para un mondongo lo mejor es un merlot joven. "El mondongo se parece a los callos españoles, con más o menos agua o picante. En España es el tipo de vino que se consume para ese plato", comenta Puchulú.

Un ajiaco santafereño, por ser una sopa con hierbas y papas diversas, tiene su mejor acompañante en un vino blanco de crianza. Mientras que para el típico cabrito santandereano, Puchulú insinúa un vino tinto de guarda, pues beneficia los sabores y aromas agrestes y marcados de su carne.

"Un tinto de guarda viene de variedades nobles y son criados en toneles de roble. Puede ser un tempranillo o un cabernet, que llegue con intensidad a la boca, pues el cabrito, por su estructura y crianza, es fuerte. Es un animal que a diferencia de la res, come de todo", comenta.

El mismo tipo de vino podrá usarse en el Tolima para una buena lechona. "Sus sabores marcados por el horneado y sus rellenos y condimentos proporcionan muchos aromas y, con excepción del arroz, que es neutro, es un plato que llega fuerte al paladar", dice.

Un vino blanco de crianza o rosado es el complemento ideal para un chipichipi, pues remarca los tonos del mar, mientras que un róbalo apanado va bien con un blanco joven.

Aunque parezca raro, el vino también armoniza con platos para picar. "El quesito paisa, que es un queso sin maduración, muy fresco, va muy bien con un blanco joven. Es delicioso comer trocitos de chicharrón con un vino tinto joven. Incluso un poco de huevo frito y arroz se pueden acompañar con este vino", asegura.

Para aumentar la sorpresa, una carne desmechada con huevo va con un vino blanco de crianza o un tinto joven. Un pollo asado es tan versátil que puede tomarse con un vino blanco joven o de crianza.

Tal vez el colmo sería invitar a la familia a comer sancocho con vino. Pero, para sorpresa de todos, no es así. "Es natural acompañarlo con un vino tinto joven, porque el sancocho se parece al puchero español. Tiene la misma estructura, solamente que en España, al servir, separan los sólidos de la sopa".

Con estas posibilidades no se extrañe si en la próxima sancochada decembrina alguien le pregunta ¿llevo el vino?

DIEGO GUERRERO
Redactor de EL TIEMPO